martes, 30 de septiembre de 2014

Idas y vueltas.


Intenté incontables veces tratar de mantenernos juntas. Aprendí a quererla, aprendí a amar cada cosa de ella, pero todas las cosas buenas tienen un punto negativo, aprendí a depender de ella, aprendí a contar los segundos para verla, aprendí a extrañarla, aprendí a abrazarla más fuerte que a nadie, aprendí a reírme con ella, aprendí a llorarme la vida con ella, aprendí a quererme a mí misma, aprendí a aceptar las cosas y día a día sigue enseñándome cosas, enseñándome maneras diferentes de poder ser feliz con ella. Somos el sí y el no, tenemos diferencias a montones y no podemos estar más de dos días sin pelear. Pero tampoco podemos estar más de tres días peleadas. La necesito de una manera patética, pero no tan patética como mis intentos de alejarme de ella. No hay día que no considere alejarme de ella y tratar de ser feliz de otra manera, pero después recapacito, después me doy cuenta de que no hay otra manera de ser feliz, sin ella conmigo.